Estamos rodeados constantemente de aparatos electrónicos, y es evidente que de luces también. Sobre todo, en los últimos años, en donde el “boom” de la luz led nos persiguió hasta formar parte de nuestros hogares en las zonas más imprescindibles. No obstante, estamos expuestos a la denominada “luz azul” la cual está presente en toda la iluminación artificial que nos rodea. El blue protection funciona aliviando nuestra exposición a los rayos UV, al mismo tiempo que otorga un filtro hacia las partes perjudiciales de la luz azul, mientras que las no dañinas mantienen el color natural de los objetos que visualizamos.

Pero ¿nos afecta realmente esta luz azul? La respuesta es sí. No de manera automática, pero sí de manera progresiva. Diariamente estamos expuestos a las luces azules, y como resultado de ello, estamos generando fatiga visual, dolor de cabeza e inclusive afecta en nuestra conciliación de sueño, ya que nos mantienen alertas y despiertos.
Este tipo de luz ilumina utilizando menos energía (sabemos que las luces LED son ahorradoras), pero esto no quiere decir que no nos dañen, sobretodo en los momentos en los que hacemos uso de objetos digitales de manera constante. Es importante tenerlo en cuenta sobretodo ahora, cuando nos encontramos en home office, o realizando una serie de trabajos de manera virtual desde los más pequeños de la casa hasta los adultos.
Por lo tanto, el Blue Protection, presente en las gafas modernas, nos otorgan una protección por medio de capas de filtros que reducirían nuestro esfuerzo visual. En la siguiente imagen se muestra cómo actúan las lunas con este tipo de filtro ante las distintas luces exteriores. Además, bloquea esa sensación densa que provoca el cansancio en los ojos. Encontramos también, que presentan una luna fácil de limpiar y resistente a arañazos; cuentan con un 100% de protección UV, y para interés de todos, se se está comenzando a implementar esta tecnología en pantallas de aparatos electrónicos para garantizar un menor efecto en nuestra visión.

Fuente: Kodak.US.